El futbol cambió mi vida: La historia del salvadoreño Daniel Mejía
“Bendito Futbol”. Se le escucha decir con frecuencia al salvadoreño Daniel Mejía cuando habla de este deporte, que según dice, le cambió la vida a él, a su familia y las personas en su entorno.
Daniel es el narrador oficial en español de los partidos del Houston Dynamo, un oficio al que llegó por una serie de casualidades, amargas y dulces, que se fueron presentando a lo largo de su vida.
Lo que no es casual en este salvadoreño, de 60 años, es su pasión por el futbol, su memoria excepcional y su chispa para describir el juego.
Recuerda que de vivir una niñez muy feliz, pero humilde, en el campo, su familia tuvo que ir a buscar refugio en la ciudad porque reventó el conflicto interno en El Salvador.
“Fuimos a parar a San Salvador… a San Bartolo Ilopango, que es de los barrios en el entorno de la capital; ahí terminamos de crecer”, relató Daniel en una entrevista con Univision.
Sus hermanos mayores vivían ya en la capital y con la ayuda de uno de ellos el jovencito Daniel logró asegurar un trabajo en la planta de Coca Cola, conocida como embotelladora Salvadoreña.
Conexión de Daniel Mejía con la narración de futbol
En Coca Cola tuvo una conexión directa con el futbol, no porque estuviera detrás de la pelota, sino detrás de parlantes improvisados con sus manos cuando se lanzaba a narrar los partidos de los equipos internos de la empresa.
“Se hizo tradición (ir a) los partidos en la tarde después de la jornada laboral. Íbamos a los partidos y comenzamos a describirlos, pero pura carrilla (burla)… que el sapo, la culebra, el alacrán, y todo pura risa”, recordó.
Un buen día, según el relato de Daniel, el equipo competitivo de Coca Cola tuvo un partido con el Marte Soyapango, un conjunto de segunda división en El Salvador, y sus amigos del trabajo lo animaron a narrarlo para ellos.
Él lo dudó un poco porque no conocía la plantilla del equipo Marte, pero pronto uno de sus compañeros le escribió los nombres de la alineación en un pedazo de cartón y Daniel narró el partido.
Durante el juego cayó un aguacero, dijo, y él, junto a varios de sus amigos, estaba por fuera del techo del lugar del partido. Tuvieron que resguardarse del agua como pudieron, pero aun así narró a todo pulmón el encuentro. “Nos divertimos como no tienes idea”.
Daniel entra en el radar de un conocedor del futbol y la radio
Esa experiencia de improvisar una narración en un partido tan importante en su empresa lo puso en el radar de José Luis Siu, el técnico del equipo competitivo de Coca Cola, hijo de un japonés y una salvadoreña.
“(Era) un hombre alto que jugó profesionalmente en Atlético Marte y, dicen los que lo vieron, que era muy fino, un volante de contención”, apunta Daniel.
En una ocasión, durante una de las charlas técnicas del ‘chino Siu’, como le decían los trabajadores de Coca Cola, dejó que Daniel estuviera presente.
“Cuando termina la charla me dice, ven, ven, ven para acá… agarra eso en serio, que eso te va a dar de comer”.
Semanas después de ese comentario premonitorio, el ‘chino Siu’ llamó a Daniel a su oficina, con uno de sus tradicionales silbidos.
“Ya te tengo el o, vas a ir con Werner Ortiz a YSU… Que Dios que te bendiga. Él sabe a lo que vas, él es mi amigo, jugamos futbol juntos y es el director de YSU. Que te vaya bien”, detalló Daniel.
La cita pendiente de Daniel que le cambió la vida
Meses después, cuando Daniel parecía haberse olvidado de lo que habló con el técnico Siu, estaba en el centro de San Salvador con unos familiares y pararon en un centro comercial.
Mientras estacionaba su carro, se dio cuenta que en ese mismo lugar quedaba la emisora YSU y se acordó de la cita pendiente.
Sin dudarlo, fue y tocó la puerta y preguntó por Werner Ortiz, el director de la YSU. No tuvo que esperar mucho para que este señor, que hizo historia en el Salvador como arquero del equipo Luis Ángel Firpo, saliera a conversar con él.
“Me habló de usted el chino Siu... aquí, caballero, para que tenga éxito en esto necesitamos dos elementos… si le gusta y tiene vocación”, recuerda Daniel que le dijo.
Ese mismo día, Daniel comenzó a trabajar en la YSU. Era el año 1992 y desde entonces, el futbol empezó a cambiarle la vida.
Daniel Mejía: El 'cipote' al que le dieron un micrófono y voló
“Recordar a Daniel es recordar a un jovencillo, estudiante, creo yo, de secundaria que empezaba a hacerse sentir en los micrófonos de la radiodifusión deportiva”, dijo a Univision Orlando Canjura, periodista y locutor deportivo de amplia trayectoria en El Salvador.
Aunque trabajaban en radiodifusoras diferentes, Daniel llamó la atención de su colega Orlando porque estaba jovencito y era muy talentoso para la narración.
“Me encontré con ese cipote (chico) que hacía narración y ya le prestaban el micrófono, cosa difícil en aquellas épocas… Lo hacía con soltura, le faltaba ir mejorando, a lo mejor, algunos detalles que los entendidos hacen, pero ya él mostraba no solo el deseo sino capacidad para realizar la narración deportiva”, detalló Orlando.
El talento de Daniel para la narración de futbol, su memoria excepcional y los conocimientos que seguía almacenando de este deporte lo llevaron a una cobertura internacional.
En 1994, justo después de terminar el mundial en Estados Unidos, lo mandaron a cubrir un partido entre FAS de El Salvador y el Guadalajara de México, en Fresno California.
Unas vacaciones de Daniel Mejía lo llevaron a la radio en Houston
Tras ese viaje de trabajo, Daniel empezó a venir con cierta frecuencia a Estados Unidos, en específico a Houston, pero ya en plan de vacaciones.
Un cuñado de Daniel tenía un taller de carros en Houston y cuando él venía de vacaciones le gustaba irse para allá.
Un día le dio por encender la radio y lo que pasó después le abrió las puertas a una nueva oportunidad en el futbol.
“Comencé a moverle y estaba la 920 AM en su show de radio, se llamaba deportes y comentarios o algo así, con don Marvin Lazo y otros más… y estaban tocando un tema de futbol de eliminatoria y dejaron un dato un poco inconcluso”, dijo.
Cuando se fueron a pausa, Daniel marcó a la emisora y les dijo que en su programa habían dejado información clave por fuera.
“¿Y usted cómo sabe?”, recuerda que le cuestionaron.
“Porque yo trabajo en radio, trabajo para YSU en El Salvador y estoy de vacaciones en Houston”, contestó.
Fue así como lo invitaron a participar en el programa al día siguiente y le pidieron quedarse la semana completa.
La persona que lo recibió en la emisora lo llevó con el propietario, el señor Marvin Lazo, quien le dijo:
“Tengo un partido de futbol que ir a describir al parque Azteca, de Martín Jiménez, 718 de la Aldine Mail Road", relata Daniel.
"Fui, lo acompañé, llegó acompañado de su hija, que con el paso del tiempo se convirtió en mi esposa y la madre de mis hijos”.
Daniel Mejía encuentra el amor a través del futbol
Ese mismo recuerdo que menciona Daniel, ocurrido en el año 1997, lo tiene estampado en su memoria Claudia, su esposa, quien nació en Honduras, pero se crio en Houston.
Claudia jugó futbol mientras estaba en el college y cuenta que, tras hacer amistad con Daniel, tenían largas charlas de futbol que con los años los llevaron a un romance genuino.
“Siempre hubo un conecte así, siempre me platicaba (de futbol), pero no lo hacía con malicia, no lo hacía por conquista… siempre (era) hablemos de lo que está pasando en la cancha… entonces se hacían grandes pláticas porque escuchaba lo que yo opinaba y él me daba su punto de vista”.
Tres años después de estar de amigos, empezaron una relación, de la cual tienen dos hijos.
“Tengo mucho que agradecerle al futbol, principalmente que me regaló el amor de mi vida, que es Daniel Mejía”, dijo Claudia.
El punto de quiebre en la carrera de Daniel Mejía
Pero no todo fue color de rosa en el recorrido de Daniel hacia la narración de futbol y pronto llegó un fuerte tropiezo.
Daniel trabajó cuatro años con la emisora 920 y por problemas internos tuvo que renunciar abruptamente y se fue a trabajar al hotel Hilton.
“Sabía que mi etapa frente a un micrófono había terminado y prácticamente era un quiebre, el destino solo lo sabe Dios”, dijo.
Sin embargo, el camino ya recorrido en el oficio de narrador y comentarista, su chispa para la narración y su buena actitud le permitieron volver a encarrilarse en el oficio que amaba.
Un año después de salir de la 920, le entró una llamada que le trajo una nueva oportunidad.
“Daniel, la Major League Soccer (MLS) llegó (a Houston). Conocemos tu trayectoria, la plaza de play-by-play, de narrador ya está, ¿te interesa la de comentarista?”, recuerda que le dijo la persona que lo ó.
Daniel fue comentarista del Houston Dynamo en 2006, 2007 y 2008 y desde el 2009 es el narrador oficial en español.
Ahora, después de varias décadas involucrado en el futbol recuerda lo que le dijo el profesor José Luis Siu, que el futbol le iba a dar de comer.
“Tal vez un servidor no ha ganado millones, pero sí, me ha dado por 30 y fracción de años para llevar dinero a casa, para formar a mis hijos y por supuesto hacer mi trabajo que lo disfruto”.