Y para su último baile, nadie quiso faltar. Ni siquiera Sergio Ramos, su viejo compañero de batallas, que viajó hasta Madrid para estar allí y abrazar a su amigo.
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En sus redes sociales, el actual defensor de Rayados compartió una foto junto a Modric acompañada de un mensaje que resume una hermandad forjada en el vestuario y consolidada con los años: "Tenía que darte un abrazo antes de tu último partido en el Bernabéu. Disfruta de tu momento. Eres leyenda, hermano. Te quiero mucho. Nos vemos pronto".
Ramos ya le había dedicado un emotivo mensaje a Modric
"Dice adiós al Real Madrid un genio, un amigo, un hermano que ha hecho del fútbol un arte. Uno de esos jugadores por los cuales el madridismo llena el estadio y el mundo se detiene frente a la pantalla. Un futbolista extraordinario por su talento y por su calidad humana. Me siento orgulloso de llamarte amigo."
La despedida de Modric no fue solo la de un jugador. Fue la de un símbolo. Y como todo símbolo, se va rodeado de respeto, cariño y de aquellos que compartieron su grandeza.
