Cómo se diferencia la reacción de Trump ante las protestas en Los Ángeles con la que tuvo en el asalto al Capitolio en 2021
La respuesta de Donald Trump a las protestas contra ICE en Los Ángeles al desplegar a cientos de de la Guardia Nacional no ha pasado desapercibida, por lo que sus críticos cuestionan de ser un "show de fuerza" y por su desproporcionalidad.
El gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, presentó una demanda este lunes contra el gobierno por el despliegue “ilegal” de estos efectivos.
"Esto es exactamente lo que Donald Trump quería. Avivó las llamas y actuó ilegalmente para federalizar la Guardia Nacional", escribió antes Newsom.
Trump, lejos de amedrentarse, sugirió que Newsom debería ser detenido y respondió con el despliegue adicional de 700 marines en Los Ángeles.
En la noche del lunes, el gobernador anunció que otros 2,000 efectivos de la Guardia Nacional llegarían a California, donde solo 300 de los 2,000 enviados el fin de semana han salido a las calles.
Las tropas de la Guardia Nacional suelen desplegarse para emergencias y desastres naturales con el permiso de los gobernadores de los estados a los que acuden, pero Trump ordenó el despliegue a Los Ángeles pese a las objeciones de Newsom y de la alcaldesa de la ciudad, Karen Bass.
Trump se ha convertido de hecho en el primer presidente en casi 60 años en activar a la Guardia Nacional en un estado sin la solicitud de su gobernador.
La rotundidad de esta respuesta recibió pronto críticas entre sectores demócratas al comparar su reacción con la que tuvo el republicano tras otros disturbios al final de su primer gobierno: los generados en torno al asalto al Capitolio en 2021 por parte de sus seguidores, quienes se negaban a aceptar la derrota electoral de Trump frente a Joe Biden.
La diferente respuesta de Trump en las protestas en Los Ángeles y la insurrección en el Capitolio del 6 de enero de 2021
En enero de 2021, Trump no ordenó el despliegue de la Guardia Nacional al Capitolio, pese a los numerosos llamados de congresistas e incluso de su entonces vicepresidente, Mike Pence.
Fue la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, quien solicitó la ayuda de la Guardia Nacional al entonces secretario de Defensa Christopher Miller, en nombre de la Policía del Capitolio.
Cinco personas murieron durante aquellos disturbios y cientos resultaron heridos, entre ellos unos 140 policías. Las imágenes de los seguidores de Trump destruyendo puertas, ventanas y cristales del Capitolio dieron la vuelta al mundo.
El FBI calificó lo sucedido ese día como un acto de "terrorismo doméstico".
Sin embargo, Trump ha llamado lo sucedido el 6 de enero un "día de amor" y calificó a los detenidos tras las protestas como "patriotas" y "rehenes".
De hecho, decidió indultar a los procesados por aquellos hechos tan pronto como regresó a la Casa Blanca este año, incluidos aquellos condenados por atacar a policías.
Aunque se ha reportado la quema de taxis y atracos a algunos negocios, las protestas en Los Ángeles no han sido masivas ni han ocurrido incidentes violentos generalizados.
Trump, sin embargo, calificó a los manifestantes de California como "insurrectos".
“Las personas que están causando el problema son agitadores profesionales, son insurrectos”, llegó a decir. Horas después matizó sus palabras. “No lo llamaría exactamente una insurrección (...). Pero podría haber llevado a una insurrección", aseguró.
El criterio para el equipo de Trump y del propio presidente a la hora de decidir qué es o no una insurrección parece bastante cambiante, si se tiene en cuenta que pese a que muchos calificaron el asalto al Capitolio de 2021 como tal, los aliados del republicano se han opuesto siempre a considerarlo así.
El año pasado, jueces de algunos estados como Colorado determinaron que Trump no podría presentarse a las elecciones presidenciales por haber violado la cláusula de insurrección de la Constitución por su papel durante el asalto al Capitolio.
Sin embargo, asesores de Trump como Stephen Miller han puesto la etiqueta de "insurrección" al referirse a otros episodios como las protestas por el asesinato de George Floyd, las manifestaciones a favor de Palestina y la situación en la frontera durante el gobierno de Biden. Miller acusó incluso de “insurrección legal” a jueces que fallaron contra Trump en el pasado.
“El comportamiento de Trump deja claro que solo valora el Estado de Derecho y a quienes lo hacen cumplir cuando ello es en su beneficio político”, afirmó Brendan Nyhan, politólogo del Dartmouth College, a la agencia AP.
Senador demócrata califica respuesta de Trump a protestas en Los Ángeles de "hipócrita"
Cory Booker, senador demócrata por Nueva Jersey, fue uno de los más críticos contra Trump al calificar su postura actual frente a la situación en Los Ángeles de “hipócrita, en el mejor de los casos”.
“Ahora estamos en un punto en el que tenemos un presidente que se cruzó de brazos mientras la gente irrumpía en nuestro Capitolio y golpeaba brutalmente a la policía”, dijo este domingo al canal NBC.
“Y luego, cuando quienes golpearon brutalmente a la policía y provocaron algunas de sus muertes —es decir, asesinos de policías—, fueron condenados por jurados, los indultó a todos”, recordó.
“Así que el hecho de que él esté hablando ahora mismo sobre la respuesta de las fuerzas del orden para proteger a la gente es hipócrita, en el mejor de los casos, hipócrita”.
Booker responsabilizó además a Trump de ser el causante de las manifestaciones actuales al asegurar que “muchas de estas protestas pacíficas se generan porque el presidente de EEUU está sembrando el caos y la confusión al arrestar a personas que se presentan a sus audiencias de inmigración, que intentan cumplir la ley”.
Cuándo se usó la Guardia Nacional por última vez para reprimir protestas
La situación actual recuerda a otro suceso reciente: cuando las autoridades echaron mano en 2020 de la Guardia Nacional en Washington DC para sofocar las protestas tras la muerte del afroestadounidense George Floyd a manos de la policía de Minneapolis.
El exsecretario de Defensa Mark Esper reveló tiempo después de las protestas pidiendo justicia racial que Trump llegó a preguntarle: "¿No pueden simplemente dispararles (a los manifestantes)? ¿Dispararles en las piernas o algo así?".
Los soldados lanzaron gases lacrimógenos para dispersar a manifestantes pacíficos en la Plaza Lafayette, cerca de la Casa Blanca, y fueron desplegados a varios estados.
En California, el gobernador Newsom autorizó en aquel momento el despliegue de aproximadamente 8,000 efectivos de la Guardia Nacional.
Más de la mitad de ellos fueron enviados al condado de Los Ángeles, donde la policía arrestó a más de 3,000 personas.
En raras ocasiones, los presidentes estadounidenses han invocado una norma del siglo XVIII llamada Ley de Insurrección, que es el principal mecanismo legal que un mandatario puede usar para activar el ejército o la Guardia Nacional durante tiempos de rebelión o disturbios.
Otras veces han recurrido a una ley federal similar que permite al presidente "federalizar" las tropas de la Guardia Nacional bajo ciertas circunstancias, que es lo que ha hecho ahora Trump.
Cuando los periodistas le preguntaron el domingo si estaba considerando invocar la Ley de Insurrección, Trump contestó: "Depende de si hay o no una insurrección». Al ser preguntado de nuevo si creía que actualmente hay una insurrección, respondió: "No, no, pero hay gente violenta y no vamos a permitir que se salgan con la suya".
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