Demanda busca compensación para los inmigrantes que partieron de San Antonio bajo 'fraude'
Cuando varios inmigrantes estaban en albergues o en las calles de San Antonio, unas personas se les acercaron y prometieron llevarlos a un lugar donde tendrían trabajo y ayuda con su proceso migratorio, aunque no recibirían lo que les prometieron en Martha's Vineyard, cuenta la abogada Mirian Albert, quien ahora representa a los afectados en una demanda y exige que esto no vuelva a ocurrir.
Albert es parte de Abogados por los Derechos Civiles en Boston, un grupo que interpuso una demanda colectiva federal contra el gobernador de Florida, Ron DeSantis, en el Distrito de Massachusetts.
La demanda exige que les otorguen a los inmigrantes una compensación por daños punitivos y angustia emocional y que la corte impida que los presuntos responsables sean inducidos a viajar a través de fronteras estatales “mediante fraude y tergiversación”.
Así operaron en San Antonio los individuos señalados
Los inmigrantes estaban en San Antonio y después los llevaron a Martha’s Vineyard, una isla en Massachusetts donde predomina la clase social alta.
Antes de partir, algunos individuos presuntamente se acercaron a los inmigrantes para tener una conversación con ellos.
“Bastantes de ellos estaban en diferentes lugares, a veces fuera de un albergue, había gente que estaba en el supermercado o cerca de un McDonald’s en la calle”, cuenta Mirian Albert.
“Les preguntaban que si eran migrantes, y cuando ellos empezaban a tener esa conversación, estos individuos le prometían a nuestros clientes que los podían ayudar a llegar a un lugar en donde tendrían trabajo, albergue, recursos para comida, a veces clases en inglés, y más alarmante: ayuda con su proceso de migración”, explica la abogada.
Una mujer que se hace llamar “Perla” presuntamente le dijo a una de las víctimas que ella anteriormente ya le había ayudado a muchos venezolanos y quería apoyarla, detalla la demanda colectiva.
En San Antonio, las personas acusadas presuntamente les dieron tarjetas de regalo de McDonald’s de $10 para ganarse la confianza de los inmigrantes, quienes sufrían de inseguridad de comida crónica, acusa el documento legal.
“Cuando el grupo llegó a Martha’s Vineyard, no había ninguna estructura para asegurarse que esto ocurriría. Entonces esas fueron promesas falsas para inducir a nuestros clientes a que se subieran a un avión y luego básicamente abandonarlos en Martha’s Vineyard”, dice la abogada.
Además, los inmigrantes comentan que, si ellos hubieran sabido que no iban a recibir lo prometido, no se habrían subido al avión, explica Albert.
La ruta de los inmigrantes
El grupo de personas salió de San Antonio en el vuelo. La mayoría de los inmigrantes provienen de Venezuela.
Algunos de ellos entraron por la frontera con Piedras Negras, Coahuila, y partieron hacia San Antonio mediante albergues e iglesias hasta llegar.
Además, ellos tenían documentos de las autoridades migratorias para seguir con su proceso legal. Pero algunos de ellos tenían citas en lugares muy distintos de donde estaban, como el estado de Washington, dieron a conocer los abogados.
Si ellos faltaban a esas audiencias, su habilidad de quedarse en Estados Unidos podría ser afectada, porque a ellos les concedieron “libertad condicional humanitaria”, siempre y cuando cumplieran con los requisitos, explica la abogada Mirian Albert.
El gobierno de Florida decidió transportarlos a un estado distinto al de sus audiencias migratorias, aunque aún se desconoce si fue a propósito.
¿Cómo están los 48 inmigrantes ahora?
“El hecho de que la comunidad haya recibido al grupo de migrantes de una forma tan positiva, realmente ellos se sienten muy agradecidos de eso, pero a la misma vez ellos están conscientes de que han sido parte de un fraude, que los han usado como peones políticos”, dice la abogada.
Cualquier inmigrante que haya viajado a través de distintas fronteras estatales que haya sido “engañado” por el gobernador DeSantis y el estado de Florida puede ser parte de la demanda, explica la abogada.
“Es algo que vamos a tomar muy en serio, para asegurarnos que esta injusticia no se vuelva a repetir”, dice Albert.
“Todo ser humano tiene dignidad y respeto”.
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