5 delicias que solo comemos en el cine [Poll]

Cuando oímos hablar del cine o pensamos en ir a ver una película siempre nos viene la misma imagen a la mente: la película, nosotros relajados mirando, y por supuesto una merienda deliciosa. Tal parece que hay una relación entre el cine y ciertas comidas.

Unos apuntan que esto se debe a que desde pequeños nos adaptamos a comer mientras vemos una película, especialmente en el cine. Otros agregan que la gratificación que obtenemos con las golosinas complementan la experiencia. Lo cierto es que muchos de nosotros comemos en el cine, incluso cuando no tenemos hambre.

No solo comemos, sino que casi siempre comemos las mismas cosas. De hecho algunas de estas delicias solo las comemos cuando vamos al cine. No hablo de los perros calientes, los deditos de pollo o la soda, hablo de esas que ya son parte esencial de las salas de cine.  

Las palomitas de maíz, por ejemplo, son casi una obligación. Trata de imaginar un cine sin palomitas de maíz. Imposible, ¿verdad?

Pero, ¿por qué nos gustan tanto las palomitas cuando estamos en el cine? La verdad, esta crujiente golosina tiene muchas cosas para ser asociada con el ocio y la diversión: el aroma, la facilidad de combinarla con otros sabores como la miel o el chocolate, lo fácil de mover de un lado a otro, y por supuesto, su sabor. Por eso, las palomitas las comemos en eventos deportivos, ferias, pero más que nada en el cine.

Ver también: ¿Por qué comemos palomitas de maíz en el cine?

Otras golosinas para el cine

Hay otros comestibles menos emblemáticos del ambiente del cine, pero que raras veces comemos fuera de este entorno, especialmente los adultos.

Los caramelos con forma de salvavidas están en esta lista de seguro. Esta golosina resulta divertida de comer. No sabría decir bien si por su forma, su nombre atractivo, por su variedad de sabores, o por todo eso. Pero lo cierto es que raras veces las como ha excepción del cine. ¿Tú también?

Los frijolitos confitados son otro ejemplo, no podemos resistir la textura de los adorables frijolitos. También los chocolates recubiertos con casquillo de nieve son toda una tentación en la cafetería de un cine.

Es como si al poner un pie en el cine, por arte de magia los adultos volvieramos a ser niños otra vez y tuviéramos permiso para comer caramelos. El cine tiene algo que hace que estas golosinas sean atractivas a nuestros ojos otra vez. Es como si el crujir de los pretzels o las palomitas de maíz fueran parte de la banda sonora de las películas.

Déjanos saber si estás de acuerdo con nosotros y cuál de estas delicias es tu preferida en la encuesta a continuación. Y buen provecho la próxima vez que vayas al cine.

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