México dice que será "respetuoso" y estará atento a suspensión de devolución de migrantes desde EEUU
CIUDAD DE MÉXICO.- Luego que un juez en California frenó la política del presidente regresar a México a los migrantes centroamericanos solicitantes de asilo y que entrará en vigor el próximo viernes, el gobierno mexicano expresó que toma nota de la decisión, pero es un asunto doméstico de Estados Unidos.
A través de un comunicado emitido la noche del martes, la cancillería mexicana indicó que a partir de la implementación “unilateral” de la medida que contempla que los migrantes centroamericanos deben esperar en México a que sea resuelto su proceso de asilo, el gobierno ha mantenido diálogo con Estados Unidos y en diversas reuniones ha planteado sus preocupaciones y puntos de vista.
“Como se informó en reiteradas ocasiones, no obstante que México no coincide con esa medida unilateral, se itió de manera temporal y por razones humanitarias el ingreso de ciertas personas migrantes, con base en el compromiso de México con los derechos humanos”, indicó la SRE.
La cancillería subrayó que México sostiene la perspectiva de que la migración no debe ser forzada por pobreza, que debe atenderse el bienestar en Centroamérica y que deben respetarse los derechos humanos.
Destacó que México y los Estados Unidos mantienen una relación profunda y dinámica que permite mantener el diálogo aún en temas en los que no coinciden.
Por lo que a efecto de asegurar que el ingreso de esas personas migrantes se diera de manera ordenada, se sostuvieron diversas reuniones técnico-operativas en las que se definió el perfil de los migrantes a los que México podría aceptar, horarios y capacidad de recepción.
Desde que comenzó a implementarse esa política, se han enviado a México unas 400 personas en espera de que se resuelvan sus casos, según cifras de Departamento de Seguridad Nacional de EEUU.
La Casa Blanca anunció este martes que planea apelar la decisión judicial y advirtió que hará lo que sea "necesario" para defender las medidas del presidente Donald Trump.
"Pretendemos apelar (esta decisión), y tomaremos todas las medidas necesarias para defender los esfuerzos legales de la rama ejecutiva para defender la crisis en nuestra frontera sur", indicó la Casa Blanca en un comunicado.
Bajo la ley de EEUU, los inmigrantes indocumentados que entran al país y reclaman asilo tienen derecho a una audiencia en un tribunal de inmigración, siempre que superen una primera entrevista en la que un funcionario evalúa si tienen un "miedo creíble" de persecución en su lugar de origen.
La Casa Blanca basará su apelación de la decisión del juez de San Francisco en el argumento de que esa orden "socava gravemente la capacidad del presidente para afrontar la crisis en la frontera con las herramientas que ha autorizado el Congreso, y afecta al desarrollo de las relaciones exteriores" de EEUU, según su comunicado.