Los Ricos También Lloran: 10 momentos que marcaron un antes y un después en la novela

Furiosa por el trato que recibió en su cita de trabajo en la empresa Salvatierra, Mariana salió de la oficina sin imaginar que se cruzaría con el dueño de la empresa. En ese instante, don Alberto sufrió un grave ataque que lo dejó a un paso de la muerte. Sin embargo, Mariana intervino para salvarle la vida.

Agradecido por su acto, el empresario buscó a la joven para ofrecerle su ayuda ante sus apuros económicos. Así, Mariana llegó a la mansión de los Salvatierra, donde todo su destino cambió.

Luego de que Mariana y Alberto fueran víctimas de una explosión, Luis Alberto quedó lleno de dudas y pidió saber la verdad. La joven no se atrevió a decirle nada y en medio de la noche ambos terminaron por darse un primer beso lleno de dulzura.

El perverso plan de Soraya surtió efecto, pues el veneno que le dio a Mariana afectó su salud. En el día más feliz para el amor de ella y Luis Alberto todo se ensombreció. Mariana se desvaneció dramáticamente frente al altar.

De inmediato fue trasladada al hospital, donde rápidamente empeoró. Afortunadamente, la intervención de un experto investigador ayudó a dar con la cura y Mariana pudo sobrevivir.

Pese a los perversos planes de Soraya por asesinar a Mariana, la joven se recuperó al cien por ciento. Feliz por su nueva oportunidad de vida, ella llegó al altar para unir su camino al de Luis Alberto. En compañía de amigos y familiares sellaron su unión con un beso.

Tras ser engañado con una falsa operación de corazón tramada por León, don Alberto se sentía rejuvenecido. Feliz por participar en un torneo de tenis, hizo dupla con Santiago, pero el esfuerzo provocó que el empresario sufriera un infarto que desembocó en su muerte.

Una nueva trampa de Soraya funcionó a la perfección, pues le envió a Luis Alberto un video de un supuesto encuentro entre Mariana y Santiago. Seguro de su traición, él acusó a su esposa de haberle sido infiel.

Mientras Luis Alberto se encontraba en un viaje de negocios por Brasil, Mariana recibió entre sus brazos a su bebé. Feliz por ser mamá, la joven paseaba por un parque sin imaginar que Soraya la acechaba. Para distraer a su rival, la villana soltó a Pulgoso después de secuestrarlo. Al ver a su perrito, Mariana corrió por él mientras Soraya se acercaba a la carriola del bebé para robárselo.

Viéndose atrapada en un callejón sin salida por las amenazas de León, Soraya no se tentó el corazón para librarse de él. Fingiendo que cumpliría sus exigencias, aprovechó tenerlo de espaldas para golpearlo en la cabeza. Ya indefenso, lo arrojó desde el alto balcón de su departamento hacia la calle.

A solo un paso de ser declarada inocente, Soraya recibió un inesperado revés de quien menos imaginaba. Tras saber que ella siempre fue amante de León, Elena mostró las imágenes de Soraya en el preciso instante que lo asesinó. Con la verdad expuesta, la villana fue declarada culpable y sentenciada a largos años en prisión.

Pasados 18 años desde su encarcelamiento, Soraya vería nuevamente la luz del sol. Viéndose fuera de la cárcel, sus deseos de venganza se vieron fortalecidos, y juró hacer sufrir a todos los que la traicionaron.